Los/as decanos/as y vicedecanos/as abajo firmantes repudiamos la inminente medida del Presidente Mauricio Macri de eliminar los Ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), Cultura (MC), Salud (MS) y Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTEySS) entre otros.

 

La fusión de los Ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), de Educación (ME) y de Cultura (MC) es de una enorme preocupación por las serias consecuencias que puede acarrear dicha fusión dado la envergadura de las tareas a enfrentar.

 

El MinCyT, creado en diciembre de 2007, coronaba una política de promoción de la ciencia y la tecnología por parte del Estado Nacional para contribuir al desarrollo económico independiente en un país soberano, su desjerarquización agudizará la crítica situación a la que ya este gobierno ha colocado a la ciencia y la tecnología y claramente muestra que para nuestros gobernantes el desarrollo, basado en el conocimiento no es prioritario.

 

Se redujo en un 50% el número de ingresantes a la Carrera del Investigador Científico (CIC) del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), los salarios y becas de investigadores y estudiantes de doctorado se encuentran en los niveles más bajos de la región, se han recortado los fondos para el funcionamiento de institutos y centros de investigación y se paralizó el plan federal de infraestructura. Tanto la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) como el CONICET han paralizado el envío de fondos para afrontar los subsidios y proyectos de investigación y compras de equipamiento ya acordados, habiéndose suspendido las contrapartes de convenios de cooperación internacionales. La reciente megadevaluación se ha llevado consigo el poder adquisitivo de los ya magros subsidios de investigación, sobre todo en las áreas experimentales en las cuales la inmensa mayoría de insumos y equipamiento son importados y cotizan en dólares.

 

Asimismo, la desjerarquización del Ministerio de Cultura evidencia la despreocupación en el cuidado del patrimonio cultural de nuestra sociedad y la profundización del desfinanciamiento de la producción artística, favoreciendo nuevamente a los centros empresariales ligados a los medios de comunicación hegemónicos.

 

El cierre del Ministerio de Salud creado en 1949 sólo demuestra la certeza que tienen quienes nos gobiernan de que su propia salud está garantizada por la medicina privada y no por políticas públicas que lleguen a los más necesitados; pero la falta de políticas de salud pública nacionales y las medidas ya tomadas, como por ejemplo el no cumplimiento del plan nacional de vacunas, ponen en riesgo a toda la población incluso a quienes pretenden protegerse con onerosos sistemas privados de cobertura médica. En este sentido vamos a un desastre sanitario.

 

El cierre del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, también creado en 1949 y que tiene por misión el diseño, elaboración, administración y fiscalización de las políticas para todas las áreas del trabajo, el empleo y las relaciones laborales, la capacitación laboral y la Seguridad Social, reafirma la voluntad de los gobernantes de aplicar una reforma laboral que acentuará la desocupación, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y la precarización laboral, todas medidas en contra de los/las trabajadores/as.

 

Todo esto es coherente con la política económica del actual gobierno nacional. La indiscriminada apertura de la economía, la brutal transferencia de recursos a las empresas prestadoras de servicios que involucran “tarifazos” que destruyen a la pequeña y mediana empresa, la liberalización del mercado y la fuga de capitales, el desmedido endeudamiento, el sometimiento a los planes de ajuste del FMI y el castigo a la educación pública en todos sus niveles son las claves para entender porque para este gobierno el Estado y las Universidades públicas son un estorbo y la ciencia y la tecnología pueden ser prescindibles.