Un grupo de docentes investigadoras y personal técnico de unidades ejecutoras de Conicet, conformado por Adriana Gruppi (CIBICI), Laura Cervi (CIBICI), Raúl Villarreal (CIBICI), María Ana Contin (CIQUIBIC), Alicia Degano (CIQUIBIC), Teresa Scimonelli (IFEC), Claudia Hereñu (IFEC) y Walter Requena (IFEC) participaron del proyecto de creación y gestión de un bioterio autosustentable denominado BioProAL que promete beneficios para la comunidad científica local.
El proyecto que comenzó en 2012 como una idea conjunta entre el Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (CIBICI, CONICET-UNC), el Centro de Investigaciones en Química Biológica de Córdoba (CIQUIBIC, CONICET-UNC), que funcionan en la Facultad de Ciencias Químicas, y el Instituto de Farmacología Experimental de Córdoba (IFEC, CONICET-UNC) se ha concretado en un espacio de 450 metros cuadrados cubiertos.
El bioterio está pensado como fuente de producción de animales de laboratorio, de alta calidad, para las investigaciones que se realizan en los tres institutos involucrados, pero también como un servicio para terceros. “Brindar diferentes servicios y productos a otros centros de investigación permitirá que el BioProAL sea autosustentable, tal como nos propusimos desde un comienzo”, explica Adriana Gruppi, investigadora superior del CONICET y vice directora del CIBICI.
En la actualidad, el bioterio ha comenzado con alguna de las actividades propuestas, pero quedan aún numerosas potencialidades por explotarse. Ya se comercializa a otros institutos de la región viruta esterilizada y apta para ser utilizada como lecho en las cajas de los animales de experimentación, que forman parte de estanterías o racks con aire filtrado estéril. También se brinda el servicio de esterilización de todo tipo de materiales.
BioProAL está funcionando hoy, en parte también por las gestiones realizadas por el Dr. Gustavo Chiabrando, decano de esta Facultad, que facilitó la interacción entre instituciones y agilizó trámites.
La fortaleza del bioterio -la producción de animales de laboratorio- es todavía una meta a cumplir. “Si SeCyT (Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNC) nos otorga el subsidio que pedimos, ya estaríamos en condiciones de comenzar el año que viene con la producción de animales SPF (Specific Patogen Free o Libre de Patógenos Específicos). Este tipo de certificación de calidad garantiza que no hay un factor exógeno que modifique los resultados de las pruebas y experimentos”, comenta Gruppi.
Este servicio de animales SPF para la investigación tiene un gran potencial ya que existen muy pocos proveedores en Argentina. “Hay muy pocos en el país que pueden ofrecer la garantía de que sus animales son SPF, como lo haríamos nosotros. En Santa Fe y en La Plata existen pero el traslado es complicado, caro y, además, no está a cargo del productor por lo cual no hay aval en relación a lo que ocurre con el animal en el trayecto”, asegura Alicia Degano, investigadora adjunta del CONICET en el CIQUIBIC.
“Además, hay que tener en cuenta el estrés que sufren los animales en el traslado y que puede interferir en los experimentos. Tener un proveedor en la región y que además de garantía de calidad brinde precios competitivos, será sin duda una gran ventaja para los laboratorios cordobeses, o de zona de influencia, que no cuenten con bioterio propio”, agrega Claudia Hereñu, investigadora adjunta del CONICET en el IFEC. “Para algunos grupos de investigación es más conveniente, por el volumen de animales que usan, comprar animales criados SPF que mantener un bioterio completo, ya que es una estructura muy costosa y compleja, que hay que hacer funcionar de manera continua”, comenta Gruppi.
En un comienzo se producirán ratones de cepas C57BL6 y BALB/c pero a futuro planean incorporar otros animales como ratas, animales transgénicos, ofrecer servicio de hotelería y mantemiento de animales SPF adquiridos en otros establecimientos certificados y capacitaciones para bioteristas.
Pedido de difusión solicitado a la OCI por: Dra. Adriana Gruppi.
Fuente responsable de los datos: Dra. Adriana Gruppi.
Texto adaptado de la nota original producida por: Comunicación CONICET Córdoba.
