El 8 de febrero pasado la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ) de la UNC dio inicio a las actividades presenciales de Laboratorio.

Bajo estricto y sincronizado protocolo para un total de 550 estudiantes, fueron ingresando en pequeños grupos reducidos, clasificados por Comisiones de trabajo, a los laboratorios acondicionados al nuevo contexto. Con ingreso ordenado en filas, sentidos de circulación delimitada y visible, toma de temperatura y entrega de guantes, antiparras y barbijos para quienes accedían al Edificio Ciencias I, largaron en febrero las actividades prácticas.

Cumplido un mes de dicho evento, la FCQ (UNC) realizó un relevamiento cualitativo a algunos protagonistas de la experiencia presencial, para que evalúen aspectos positivos o negativos de la vuelta a clases, relacionados con 3 ejes: 1) el desarrollo de los protocolos, 2) la actividad docente ante este contexto y 3) la valoración de la actividad experimental en la formación estudiantil en el marco de la Pandemia.

Una de las políticas sanitarias que desarrolló la facultad para acompañar las actividades presenciales fue la creación del Centro de rastreo de la FCQ. Alex Saka, integrante del Corredor Sanitario de la FCQ (UNC), explica la dinámica de funcionamiento del Centro: “es el encargado de enviarle al corredor sanitario las fichas de casos que surgen en estudiantes de grado (tarea que realiza el personal superior responsable de la persona afectada). El estudiante se comunica con el centro de rastreo, este hace la ficha del caso, se lo pone en copia al docente a cargo, el corredor sanitario responde al caso con copia al alumno y al docente, con el debido resguardo de la identidad de los pacientes y sus contactos por cuestiones de confidencialidad”, detalla la autoridad. La creación del Centro de rastreo es una política institucional sanitaria que le permite a la Facultad lograr un monitoreo permanente y un abordaje inmediato frente a posibles casos que pudiesen aparecer en los grupos. Estas acciones dan como resultado la detección de posibles casos que alteren la presencialidad.

 

Cualquier caso sospechoso de Covid-19 por parte de quienes asisten presencialmente a esta unidad académica, o la directa manifestación de los síntomas (fiebre, vómitos, falta de gusto u olfato, y otros)  deberá notificarse a este Centro, a través del correo: rastreo@fcq.unc.edu.ar y además, deberán abstenerse de asistir a la facultad. 

 

 

En cuanto al desarrollo de la actividad docente frente a la presencialidad en contexto de Covid-19, la Dra. Viviana Nicotra (Responsable de Laboratorio II) explica que “los docentes de las asignaturas de Laboratorio I, II, III y IV trabajamos desde el año pasado para implementar las actividades prácticas en laboratorio presenciales. Desde entonces las autoridades de la facultad comenzaron a gestionar la aprobación de los protocolos a implementar, y luego, la autorización para llevar adelante las actividades por parte del COE".

Las actividades se están desarrollando sin mayores contratiempos. Se está trabajando con grupos reducidos, alrededor de 40 grupos de entre 12 y 14 estudiantes por asignatura, distribuidos en turnos mañana y tarde y en 5 laboratorios en simultáneo con ingreso y egreso escalonado. “Tuvimos una gran colaboración de todo el plantel docente, profesores, auxiliares docentes y ayudantes alumnos, dentro de los cuales, se excluyeron aquellos que presentaban situaciones de riesgo por la propia salud o la salud de sus convivientes. No tuvimos docentes con familiares a cargo que no pudieran asistir al laboratorio. En todos los casos se solicitó una carga horaria de 4 horas durante 8/10 días hábiles. También observamos un funcionamiento riguroso del personal de limpieza para mantener sanitizados todos los espacios y del personal de Seguridad para controlar el ingreso del personal al edificio, controlando registro de alumnos habilitados, temperatura y entrega de elementos de seguridad”, señala la docente e investigadora de la FCQ (UNC).

Alejandro Fracaroli, docente de Laboratorio I, revela que “el camino recorrido para poder concretar las actividades presenciales fue difícil y lleno de incertidumbre, ya que al comenzar la planificación nadie podía predecir con certeza si la situación epidemiológica y la aprobación de los protocolos permitiría desempeñarlas”. Sin embargo “se logró adaptar el contenido experimental de todo un cuatrimestre al protocolo de cursado presencial propuesto y luego aprobado por el COE. A mediados de enero del corriente, fuimos informados de la aprobación de dicho protocolo y de la posibilidad ya concreta de retomar la presencialidad en una materia en la cual los alumnos necesitan de la experiencia en el laboratorio. A partir de allí, comenzamos a ultimar los detalles. Reinscribimos a los alumnos según las capacidades de los laboratorios a utilizar, y para nuestra sorpresa, más de 550 estudiantes (más del 80% del total de los estudiantes que cursaron la parte virtual), manifestaron de forma casi inmediata su voluntad y posibilidad de asistir a dichas actividades”.

 

 

En relación a la valoración de la actividad experimental en la formación estudiantil por parte del cuerpo docente y de los propios estudiantes, la Dra. Viviana Nicotra respalda la necesidad de hacer esfuerzos institucionales ante este contexto atípico, para adquirir destrezas manuales en la vida académica estudiantil. “Nuestra asignatura, Laboratorio II, es eminentemente práctica y el año pasado los docentes filmamos videos de algunas actividades prácticas para poder trabajar con los alumnos en la virtualidad, pero ninguna actividad en línea permite a los estudiantes adquirir destrezas manuales. Para esta disciplina las actividades presenciales son fundamentales”, afirma Viviana Nicotra. “Los estudiantes manifestaron estar muy satisfechos con la posibilidad de regresar a la actividad presencial y tienen un comportamiento intachable respecto al cumplimiento de los protocolos. Al principio, no supimos cómo proceder con alumnos que manifestaron por correo electrónico haberse enfermado de COVID-19 o tener contacto estrecho, pero inmediatamente, las autoridades de la facultad implementaron un sistema de seguimiento de dichos estudiantes. Tenemos la expectativa de poder continuar con esta modalidad durante el resto del año lectivo si la situación sanitaria lo permite”, concluye.

 

 

“Afortunadamente y con mucho esfuerzo por parte del plantel docente y de la Facultad, la materia de la que soy parte volvió a dictar laboratorios de actividades experimentales de forma presencial entre el 08 y el 22 de febrero pasados. Fue muy importante también la presencia permanente del corredor sanitario propio que la Facultad instrumentó para la vuelta a la presencialidad, sobre todo, para resolver interrogantes propios de la situación de contorno, en tiempo real y con argumentos. Las dos actividades experimentales de la materia se desarrollaron con normalidad y según lo planificado. Asistió más del 90% de los alumnos reinscriptos en enero, y muchos de ellos provenían del interior de la provincia y otras provincias argentinas. A pesar de haber tenido un año 2020 muy difícil y tener que adaptarse a la virtualidad, aceptaron esta nueva propuesta de modalidad presencial. Luego de las actividades, salieron felices de haber podido adquirir algunas de las habilidades que la materia propone enseñar en su programa. En lo personal fue muy gratificante escuchar palabras de agradecimiento e historias de quienes nunca habían entrado a un laboratorio de química”, detalla Alejandro Fracaroli, docente de Laboratorio I.

La Secretaría de Asuntos Estudiantiles de la FCQ (UNC), mediante una encuesta en la red social Instagram de la facultad, indagó la valoración de la dinámica presencial que hacen aquellos estudiantes que participaron en dicha experiencia.

Algunas de las respuestas pueden visualizarse aquí debajo: