Para apoyar la lactancia materna y evitar que quienes estén alimentando a sus bebés con su leche interrumpan esta práctica saludable, la Facultad de Ciencias Químicas de la UNC inaugura sus primeros lactarios el próximo jueves 9 de junio, a las 11 horas.
Se trata de espacios privados, acondicionados para que la madre pueda extraer su leche con comodidad, conservarla adecuadamente en una heladera y posteriormente llevarla para alimentar a su bebé.
De este modo, la Comisión Interclaustro de Feminismos y Géneros (CIFeG) junto a las autoridades de la Facultad ponen al servicio de toda la comunidad de Ciencias Químicas un espacio institucional adecuado para amamantar y/o extraer y conservar la leche materna durante la jornada de trabajo o estudio.
Con la inauguración de los lactarios, la FCQ impulsa la conciliación de la vida estudiantil y laboral con la maternidad. Es decir, la posibilidad del amamantamiento fuera del hogar, para evitar que se corte la alimentación más saludable para la crianza.
Un lactario es un espacio institucional adecuado para amamantar a lactantes, donde se puede realizar la extracción y la conservación de la leche materna durante la jornada laboral.
La importancia de la lactancia materna en las instituciones públicas y privadas están reflejadas en la ley 26.873 promulgada en 2013. La misma tiene por objetivo la promoción y la concientización pública acerca de la importancia de la lactancia materna y de las prácticas óptimas de nutrición segura para lactantes y niños de hasta dos años.
Bajo ese marco, la CIFeG presentó un proyecto para crear salas de lactancia en la facultad y destinarlas a los fines que establece la normativa. Dos de los lactarios (uno ubicado en el edificio del Pabellón Argentina y el otro en el subsuelo del edificio Integrador) serán inaugurados el día jueves 9 de junio a las 11 horas.
“La adecuación de espacios de lactarios es un gran paso para compatibilizar la maternidad y el trabajo. La lactancia no debe ser entendida como una responsabilidad exclusivamente individual de la persona que amamanta. Como institución debemos trabajar para promover y concientizar sobre las ventajas de la lactancia y para ello, es necesario adecuar los ámbitos de trabajo y propiciar ambientes que faciliten esta forma óptima de alimentación”, asegura Silvia Correa, vicedecana de la Facultad.
Contexto en que surgen las salas
De acuerdo al Anuario de Estadísticas de la UNC del 2020, la Facultad de Ciencias Químicas tiene un 71,8% de población femenina (4153 mujeres) que incluyen tanto a estudiantes de grado (3444) y de posgrado (136), nodocentes (65), docentes (413) y personal femenino contratado que trabaja en jornadas extendidas. Según una Encuesta Nacional de Nutrición y Salud del Ministerio de Salud de la Nación, en el año 2005 la tercera causa de abandono de la lactancia materna fue el regreso al trabajo. En el mismo sentido, la Encuesta Nacional de Lactancia y Trabajo de la Liga de la Leche Argentina en 2018 mostró que 8 de cada 10 mujeres encuentran difícil conciliar la lactancia con el trabajo.
En una encuesta realizada en esta Casa por la CIFeG en abril de 2019, a la que respondieron 53 trabajadoras de la Facultad, el 60% de aquellas que fueron madres manifestaron que el regreso al trabajo dificultó la continuidad de su lactancia; el 98% señaló que la presencia de lactarios ayudaría a tener una lactancia exitosa y a compatibilizar trabajo con la maternidad y el 100% consideró importante la lactancia materna.
Placa: uno de los resultados de la encuesta realizada por CIFEG en Abril 2019 sobre un total de 53 respuestas.
Consuelo Coronel, integrante de la CIFeG, describe cómo surgió el proyecto: “Además de la encuesta realizada que nos ofreció datos concretos, varias mujeres trabajadoras de la institución nos manifestaron que se sentían muy incómodas al no disponer de espacios privados, tranquilos e higiénicos para obtener la leche para sus bebés. Usando modelos para la construcción de lactarios se trabajó en forma colaborativa entre la CIFeG y otras mujeres de la Facultad que se acercaron interesadas, por lo que resultó finalmente una construcción colectiva. En 2019, se elevó la propuesta a la facultad. Están pensados con el fin de reducir las brechas de género en las dedicaciones académicas y profesionales, y también para promover la salud infantil y el bienestar de las madres, brindando las condiciones necesarias para ejercer el derecho a la lactancia materna”, destacó Coronel.
Nutrición segura en el trabajo
La lactancia materna es la primera alimentación sostenible para las infancias. En este sentido, los convenios colectivos de trabajadoras de instituciones públicas prevén que toda madre de lactante trabajadora dispone de dos descansos de media hora para amamantar al bebé, en el transcurso de la jornada de trabajo.
Para la vicedecana Silvia Correa “es importante respetar no sólo los derechos en torno al acto de amamantar en el retorno al trabajo o durante la asistencia a clases, ya que las faltas de estos espacios podrían determinar que las madres dejen de amamantar a sus bebés. Además, para promover la continuidad de la lactancia, desde la institución hay que acompañar con la disposición de espacios especialmente acondicionados, íntimos, higiénicos y accesibles para que las mujeres en periodo de lactancia amamanten o extraigan y conserven adecuadamente su leche durante su jornada laboral”.
En este aspecto coincide Consuelo Coronel, quien agrega que “la ausencia, en el ámbito de nuestra facultad, de lugares adecuados para la extracción segura y limpia de leche materna y/o para amamantar, no solo redunda en que se desaproveche el alimento que podría consumir el bebé, sino que pone en riesgo la continuidad de la lactancia. Tengamos en cuenta que la producción continua de leche por parte del organismo depende de que la extracción de la misma se realice de manera frecuente. Con ese criterio, la disponibilidad de lactarios favorece el ejercicio del derecho a amamantar de madres trabajadoras y estudiantes que se reincorporan luego de su licencia y ayuda a compatibilizar la maternidad con el trabajo o el estudio, reduciendo la brecha de género en cuanto a las oportunidades de desarrollo académico y profesional”, advirtió.
“Nuestra facultad es una institución formadora de profesionales en bioquímica y farmacia, que conforman equipos de salud y tiene el compromiso de promover la salud en la sociedad y ofrecer el apoyo necesario para una lactancia exitosa. En este sentido, queremos enfatizar la importancia de la adecuación de espacios para lactarios y convertirnos en promotores para que se haga extensivo a toda la Universidad”, afirmó la vicedecana de la Facultad.
Encuesta realizada por la Comisión Interclaustros de Feminismos y Géneros (CIFeG) de la FCQ