“Estamos felices de haber acompañado a la ciudadanía desde la Universidad pública en estas vacaciones de julio. Una vez más, la convocatoria fue exitosa: el jueves nos visitaron cerca de 800 personas y el viernes, más de 1500. En ese sentido, nos alegra saber que algunos ya habían venido en otras oportunidades y este año decidieron regresar porque les encanta nuestra propuesta”, comentó Valeria Juárez, secretaria de Extensión y coordinadora del Museo de Ciencias Interactivo (MCI) de la FCQ (UNC).
Entre banderines celestes y los pasillos del Ciencias I repletos de infancias, la mayoría de los 25 stands basaron sus propuestas didácticas y experimentos en la importancia y el cuidado del agua. Bajo el lema, “Agua superpoderosa: sumergite en un mar de experimentos para descubrir el fascinante mundo de la química”, el jueves 20 y viernes 21 de julio, el Museo recibió a sus visitantes con una atractiva museografía basada en los diferentes estados del agua.
Una de las novedades de esta edición fue la Campaña de “armas por plantas”, en el sector rosa, a través de la cual integrantes del Museo promovieron el trueque de juguetes bélicos por un plantín (“planta química”). “El objetivo fue fomentar la no proliferación de las armas químicas y de la violencia a partir del desarme simbólico de los hogares”, comentó Natalia Pacioni.
Durante ambas jornadas, el MCI convocó a cerca de 2.500 personas. Si bien las actividades estuvieron orientadas a infancias y adolescencias, el Museo resultó una atracción de las vacaciones de invierno en Córdoba para todas las edades: desde abuelas y abuelos con sus nietas y nietos y familias enteras hasta grupos de jóvenes y amistades. La realización de slime entusiasmó a chicas y chicos.
“Muy lindo todo. Me encantó que abran las puertas de la Facultad para los niños. Incentiva y abre las mentes. ¡Gracias!”, comentaron en el libro de visitas Mónica y Lucas junto a sus hijos Jairo (5) y Emanuel (11). “Gracias por acercar la ciencia a la sociedad, muy buena toda la experiencia”, dijo Virginia. Karem –una docente de nivel primario que vino con su hijita Justiné- aseguró: “Les agradecemos enormemente el acercamiento que nos han brindado a cuestiones elementales y situaciones que en la cotidianeidad no nos detenemos a pensar ¡y qué importante son!”.
Como todos los años, la creatividad de las propuestas, la seguridad en la realización de los experimentos y el rol divulgativo del evento -más allá del compromiso para entretener a la ciudadanía y explicarles sobre cada experiencia- fue posible gracias al trabajo de más de 60 integrantes del MCI, entre docentes, nodocentes, becarias, becarios y estudiantes (foto). “Nuestro equipo de voluntarias y voluntarios es uno de los pilares del Museo –aseguró Valeria Juárez- por eso queremos agradecerles por sus ganas y entusiasmo”.
