Los doctores Eduardo Coronado, Juan Fraire y Rubén Motrich, docentes e investigadores de la FCQ (UNC) y de Conicet, desarrollaron un nuevo método con nanotecnología para realizar diagnósticos clínicos de un modo más simple, mucho más sensible y menos costoso que los que ahora se usan, informó la Agencia CyTA, del Instituto Leloir.
Al trabajo le asignaron un privilegiado espacio en contratapa de la revista Nanoscale (clickee en enlace para verla), tanto en su versión digital, como en papel.
En dicho medio, se precisa que los científicos de la FCQ demostraron que la tecnología permitió detectar diversas citoquinas, es decir un tipo de proteínas que desempeñan un papel importante en la activación exagerada del sistema inmune que caracteriza a la artritis reumatoide.
Hasta el momento, el método fue probado con éxito en muestras de pacientes con artritis reumatoidea, pero los investigadores consideran que también podría aplicarse para detectar en forma temprana otras enfermedades, entre las que mencionan diferentes tipos de cáncer, como los de páncreas, mama, próstata y colon, así como infartos de miocardio.
“Fue un trabajo de equipo”, señaló en entrevista a un medio local, Eduardo Coronado, doctor en Química, director del grupo de investigación que logró la innovación y titular del grupo de BioNanoPlasmónica del Instituto de Investigaciones en Fisicoquímica de Córdoba (INFIQC).
En el desarrollo, que le insumió al equipo alrededor de un año de trabajo, participaron los doctores Juan Carlos Fraire, del grupo de Coronado, y Ruben Motrich, del Centro de Investigaciones en Bioquímica Clínica e Inmunología (CIBICI), también dependiente de la UNC y de Conicet.
La tecnología, denominada Idila, consiste en un biosensor óptico que emplea moléculas, como la vitamina B7 y anticuerpos específicos, además de nanoesferas de plata, que tienen un diámetro de 60 millonésimas de milímetro.
Al entrar en contacto con antígenos de interés en muestras de sangre, produce un efecto óptico que puede ser visualizado y cuantificado en pantallas de equipos sencillos (espectrofotómetros), explicaron los investigadores.
“La señal óptica la dan las mismas nanopartículas”, puntualizó Coronado, quien destacó que “la potencialidad del método es enorme, tanto para el diagnóstico como también para el pronóstico, porque permite detectar el estado de avance de las enfermedades”.
Ventajas
Entre las ventajas que presenta el nuevo desarrollo con respecto al método Elisa, que hoy se usa para detectar este tipo de antígenos, Coronado destacó que “es alrededor de 100 veces más sensible, es mucho menos costoso, se hace en un sólo paso, y no daría falsos positivos”.
La tecnología permite detectar diversas citoquinas, es decir un tipo de proteínas que desempeñan un papel importante en la activación exagerada del sistema inmune que caracteriza a la artritis reumatoide. Esta patología es una enfermedad reumática crónica de causa desconocida, la cual en Argentina afectaría a 400 mil personas, aproximadamente.
“Pero el desarrollo, en principio, también sirve para detectar cualquier antígeno”, afirmó Coronado, al tiempo que anticipó que la próxima etapa en la investigación es proseguir en la comprobación de la eficacia para el diagnóstico de otras patologías. En esto incluyen enfermedades autoinmunes o diferentes marcadores típicos de los infartos agudos de miocardio, que a veces no se detectan por los análisis bioquímicos tradicionales.
“El siguiente paso sería la vinculación con alguna empresa o laboratorios de análisis clínicos para diseñar y fabricar kits que puedan ser transferidos al sector médico”, señaló el investigador. En tal sentido, destacó que otra ventaja del nuevo desarrollo es que no requiere un equipamiento sofisticado, por lo que podría ser accesible para la práctica clínica en los laboratorios.
Textos: Gentileza La Voz del Interior.
Producción: CG/ oficina de comunicación de la FCQ.
Autoriza publicación: Prosecretaria de Comunicación FCQ (UNC).