Por Mgtr. Andrea Marin
Especialista en Normativa y Legislación Alimentaria y Seguridad Alimentaria. Docente de la Maestría en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (MACyTA)
Al abrir un portal digital o nuestra cuenta de Facebook, es común enterarnos de que ANMAT prohibió la venta de determinados alimentos. En muchos casos, son los mismos que aparecen en las góndolas del almacén o del supermercado donde hacemos nuestras compras. ¿Qué precauciones podemos tomar para adquirir alimentos con mayor seguridad?
La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) es un organismo descentralizado de la administración pública nacional creado en agosto de 1992, que colabora en la protección de la salud humana, garantizando que los medicamentos, alimentos y dispositivos médicos a disposición de los y las ciudadanos/as posean eficacia (que cumplan su objetivo terapéutico, nutricional o diagnóstico), seguridad (alto coeficiente beneficio/riesgo) y calidad (que respondan a las necesidades y expectativas de la población).
Para ello, se encarga de llevar adelante los procesos de autorización, registro, normalización, vigilancia y fiscalización de los productos de su competencia en todo el territorio nacional. Mediante la vigilancia alimentaria, los inspectores recogen y evalúan la información sobre problemas con alimentos envasados, suplementos dietarios, materiales o envases en contacto con esos productos.
En el caso de los alimentos, ANMAT descentralizó el control delegando en instituciones provinciales, como la Dirección General de Control de la Industria Alimenticia, dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Minería de la Provincia de Córdoba.
¿Víctimas de fraude alimentario?
El fraude alimentario es un término conjunto que abarca la sustitución, adición, manipulación o tergiversación, tanto deliberada como intencional, de alimentos, ingredientes o empaques de alimentos, etiquetado, información de productos o declaraciones falsas o engañosas sobre un producto para obtener beneficios económicos que podrían afectar la salud del consumidor.
Las alertas alimentarias registradas en los últimos tiempos, y que solemos ver en los noticieros o portales de Internet, refieren a: falsificaciones, etiquetado fraudulento, retiros preventivos por omisión de datos que exige el Código Alimentario Argentino o, incluso, posible contaminación microbiológica del producto.
Dentro de las falsificaciones, un caso que trascendió fue el de las “unidades falsificadas” de aceite de oliva marca “Nucete” (2 de marzo de 2020) y el retiro preventivo del alfajor de chocolate sin TACC marca “Piache” (20 de febrero de 2020), que respondía a “etiquetado fraudulento”.
A su vez, existen retiros preventivos del mercado por incumplimiento de la legislación vigente, como las galletitas “Frutigran” con avena, chía y lino (31 de enero de 2020). En este caso, fueron retiradas porque su etiqueta no incluía la frase de advertencia “Puede contener leche”, según establece el Código Alimentario Argentino para la gestión de alérgenos alimentarios. Otro caso similar fue el de las galletitas dulces con sabor a vainilla “Tapitas”, una marca de Día% (5 de febrero de 2020).
Entre los casos de retiro de góndolas por posible contaminación microbiológica del producto, en febrero pasado, aparecieron:
-Choclo amarillo en granos, marca “San Remo” (N° de lote NSOCOI, vencimiento 23/10/22. RNPA N° 027-00-005874, RNE N° 00000467). La medida se decidió a partir de detectar la presencia de microorganismos anaerobios sulfitos reductores y Bacilluscereus en pruebas de laboratorio realizadas por la Dirección de Calidad Alimentaria de la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba, a raíz de una denuncia de un consumidor.
-Lote de helado tricolor “Great Value”, marca de Walmart. En este caso, se detectó la presencia de la bacteria Listeria monocytogenes en una muestra analizada por el Laboratorio del Departamento de Bromatología y Protección de la Salud de la Municipalidad de Bahía Blanca.
Qué hacer
Algunos de los ejemplos mencionados exceden las condiciones que las y los ciudadanas/os deben controlar al momento de comprar alimentos. Sin embargo, sí existen algunas responsabilidades primordiales que debemos tener en cuenta para el cuidado de la salud pública:
1) Adquirir sólo alimentos registrados, es decir con registro municipal o nacional del establecimiento (aparece con la sigla RNE) y registro municipal o nacional del producto (RNPUD), según alcance.
2) Controlar el número de lote y la fecha de vencimiento.
3) Leer la información del rotulado: verificar que, además de la información nutricional, la etiqueta contenga la lista de ingredientes.
4) Conservar los alimentos adquiridos de acuerdo con lo establecido en las etiquetas y cocinarlos, si este es el caso, según lo descripto. Una vez abiertos, consumirlos de acuerdo a lo especificado por el productor/ elaborador.