Residuos en Córdoba: aportes y acciones desde la FCQ

En 2022, la Facultad comenzó a delinear acciones para remediar el impacto de los residuos, dentro y fuera de sus instalaciones. Algunas de ellas implican campañas y acciones internas, bajo el programa “FCQ sostenible”, y otras están orientadas a la sociedad de Córdoba, a través de convenios y proyectos que buscan sensibilizar y educar a la ciudadanía sobre la reducción y gestión de residuos. 

Las medidas resultan un aporte desde la Universidad pública al objetivo 12 de la agenda 2030 de la Organización de las Naciones Unidas, el cual pretende cambiar el modelo actual de producción y consumo por otro que priorice una gestión eficiente de los recursos naturales.

Cada día, las y los argentinos generamos 1,15 kilogramos de residuos sólidos, de acuerdo con los datos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación. A su vez, según el análisis de datos oficiales, en la ciudad de Córdoba sólo se recicla menos del uno por ciento de los residuos que cada habitante produce al año en esta urbe de casi un millón y medio de personas.

Si bien se han implementado herramientas para recuperar residuos sólidos urbanos, las medidas resultan insuficientes ante la magnitud de un problema que no sólo afecta lo ambiental, sino también lo social y lo económico. En ese sentido, la intervención de la comunidad universitaria es fundamental para promover y emprender transformaciones que involucran cambios de hábitos y el acompañamiento a la legislación vigente.

En la Facultad de Ciencias Químicas (UNC), diversos equipos están trabajando para darle pelea a esta problemática con una perspectiva científica orientada al corto, mediano y largo plazo. A nivel interno, desde 2022, el programa “FCQ sostenible” viene impulsando el uso adecuado de recursos como el papel y el agua entre docentes, estudiantes y nodocentes. A su vez, están en marcha acuerdos, campañas de concienciación y proyectos junto a diferentes sectores de la sociedad cordobesa.

Para 2023, está prevista la puesta en marcha del convenio firmado entre la FCQ (UNC) y el Ente de Obras y Servicios de la Municipalidad de Córdoba (COyS), en el marco del programa “Ecoaliados”, a través del cual se recolectará la fracción seca de los residuos sólidos urbanos generados en la Facultad para su acondicionamiento, gestión y posterior valorización mediante reciclaje en el centro verde EcoFem, gestionado por mujeres y personas de la comunidad LGBTI.

Las dos dimensiones del problema

Valeria Sueldo es Doctora en Ciencias Químicas e integrante del Departamento de Fisicoquímica (FCQ, UNC), desde donde coordina el proyecto de articulación “Es o no basura, esa es la cuestión”, cuyo objetivo consiste en sensibilizar a comunidades educativas de Córdoba sobre la problemática ambiental, social y económica para promover un cambio basado en la reducción y gestión de los residuos.

El impacto negativo de este problema radica, precisamente, en esos dos temas: reducir y gestionar adecuadamente. La primera dimensión aborda la reducción de residuos: la clave está en evitar generarlos, lo que conlleva a una disminución del empleo de materia prima y energía en la producción y transporte de productos. Hoy, el consumo responsable implica que, además de precio y calidad, la ciudadanía exija que ese producto también ofrezca bajo impacto ambiental.

“¿Por qué se generan tantos residuos? ¿Qué problemas causan? ¿Cómo se pueden reducir? Una primera medida consiste en la transición de un modelo de economía lineal a otro de economía circular”, explica Valeria Sueldo. De este modo, al ciclo de elaboración/uso/desecho de un producto se le puede sumar la fase de valorización de residuos en las distintas etapas, lo que implica una reducción del consumo de recursos materiales y energéticos.

Este cambio de modelo exige poner en marcha acciones de educación ambiental en la población a corto plazo. Los proyectos de articulación como el de la FCQ incorporan talleres y actividades lúdicas para fortalecer la idea de “residuos como recursos”. “En el caso de estudiantes de Economía y Gestión esto es muy interesante porque les permite pensar emprendimientos basados en la valorización de un residuo”, comenta Sueldo.

La segunda dimensión de este problema involucra una gestión adecuada de los residuos, lo cual implica diferenciar este término del concepto de basura. A diferencia de los residuos, ésta refiere al desecho de materiales sobrantes que, por lo general, no pueden ser utilizados nuevamente. En ese sentido, los residuos siempre ofrecen “revancha” en cuanto a su uso, lo que deriva en menos chances de contaminación. Para ello, una opción es jerarquizar su tratamiento según el siguiente orden:

-Reutilizar: consiste en darle a un objeto una segunda vida útil con igual o diferente fin con el que fue creado, como reparar, donar, restaurar, alquilar, etc.

-Reciclar: transformar un residuo en materia prima para que, posteriormente, pueda convertirse en un nuevo producto.

-Revalorizar: este aspecto refiere especialmente a lo energético, y suele concretarse a través de la incineración del residuo para obtener energía.

-Disposición final: la forma en que se realice también influirá en el impacto ambiental.

Los residuos domiciliarios

Más allá de la educación ambiental emprendida por la Facultad de manera interna y externa, desde este año la comunidad científica de la FCQ también tiene otra oportunidad: acompañar la implementación de la Ley nacional de Gestión Integral de Residuos Domiciliarios Nº 25.916/2004, reglamentada recientemente. 

“Las y los científicos nos podemos involucrar realizando transferencia, vinculación y/o articulación con diferentes actores”, dice Valeria Sueldo. Y agrega: “Por un lado, desde las unidades académicas de la UNC se pueden desarrollar materiales o productos empleando residuos domiciliarios como recursos, es decir, valorizándolos en base a los principios de la economía circular. A su vez, es factible determinar contaminantes derivados de residuos presentes en suelo, agua y aire de basurales a cielo abierto y vertederos para plantear alternativas tendientes a su remediación, buscando reducir también el impacto sobre la salud de las personas que habitan en esos sectores”.